Creí caer de nuevo, cuando el amor quizo atraparme, en la inmensidad, sigo fiel a la soledad.
En ella encontré una paz interminable
La libertad a flor de piel.
Ya no hay nadie más quien dañe mi corazón con su desdén.
El mar, es mi testigo, es maravilloso sentirse así. Bailando entre las olas. Mirando al sol salir.
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