Tu reflejo en mi.

El cielo abarca mi mirada, entre las nubes y el sol, irradiando ese intenso color azul.

Y me pregunto si más allá de las nubes estás tú.

No hay Rincón en el mundo que no puedas mirar, que nos abrazas, con todo lo bello que yo puedo mirar.

 Apasionas  mi alma, al despertar, llenándome de energía, y mi corazón vuelve a palpitar, escuchando esa melodía que me llena de paz. Padre  nuestro, que estás en el cielo. Bendito seas por siempre, e ilumíname, con tus luceros.

La nostalgia de mi pasado.

Entre lo real y lo irreal, quisiera ver de nuevo mi pasado, al voltear.

Que todo aquello, que hoy es recuerdo

Lo vuelva, a experimentar, a vivir, a gozar, pasó a paso, y no volverme a equivocar.

Pero, el tiempo, sigue su paso, y aquello no volverá, se quedó en aquel pasado, y la nostalgia, me abraza sin poderlo evitar.

Entre las mágicas noches azules, mi cielo estrellado esta, y en cada una de esas luces, mis seres queridos desde el cielo me han de mirar.

Abrazarlos, me gustaría tanto, más, forman parte, de mi pasado que no volverá.

Después de tu amor.

Después de tu amor, el silencio me acompaña, los recuerdos, revolotean como mariposas, buscando la calma.

En un laberinto, donde no encuentro la salida, para dejarte de amar.

Después de tu amor.

Me quede como dormida, sobre la luna, sosteniéndome en las esquinas de las estrellas,

Siento mi corazón, como un cristal quebrado, como un árbol desojado, como un cielo desolado.

Después de tu amor.

Me quedare quieta, callada y lejana, a todos aquellos placeres mundanos, que enamoran, y despiertan a ciertos corazones que tan fácilmente arrojan y desbaratan, sin importar que tan grande queda la herida del alma.

Después de tu amor. 

Ya no queda nada.

Me vencí.

Hoy le doy un alto al amor, entre los caminos lo seguí y en sus ilusiones yo caí  fueron quizás algunos corazones que ame, que viví y que adore, yo se todo lo que entregue, pero siempre la soledad estuvo aquí.

Me pregunto? Si el error estuvo en mi, o acaso ellos, no alcanzaron, no captaron el gran amor, que había en mi.

Me retiro al fin, el amor nunca fue hecho, para mi, ni escrito, ni pintado, entre oleajes de colores, lo conocí, lo sentí, lo grite, lo ame... Pero nadie, a mi lado se quedo, abraze mi corazón, y las puertas le cerré, ya no quiero llorar mas, por algo que se fue, y no existió, entre promesas y un adiós.

Rompecabezas de un amor.

Sencillamente es el tiempo, quien aborda la distancia, que convierte nuestros sueños en un triste recuerdo.

No valoraste lo que había, tu desamor lo enfriaba día, a día.

Mi certeza era absoluta, pues repartías las caricias, que eran mías, nuestro mundo se convirtió en monotonía, ya no había besos, ni abrazos, nuestras miradas, se perdían entre tanta lejanía, hoy las conversaciones, son como deberes de una costumbre, si, aun vivimos en un mismo techo, pero como el sol y la luna, en el mismo cielo, destinados a no vivir el mismo instante.