Imprimiendo, recuerdos, en el libro de nuestro cerebro. Quien? No disfruto, de aquellos tiempos.
Donde el vivir de cada día , eran momentos de fantasía, invirtiendo, sonrisas, juegos y alegrías.
En un sólo suspiro, se revive la nostalgia, la inquietud de esos días, la maravillosa armonía, de gritar, de brincar, de hablar, preguntar y aprender.
Entre la inocencia de un corazón tierno
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