Mamita no quiso conocerme, se espantó en cuanto supo que yo vivía en ella.
Papito la convenció, decían que yo era un estorbo entre sus planes de vida.
Me sentí tan triste, al saber que nunca los miraré, se que son muy jóvenes y su impulso los rebaso, sin medir que destruían una vida.
Con alma y corazón ,su inmadures no me dejo nacer.
Adiós Mamita, Adiós Papito yo aquí los miro desde la nube junto a Dios.
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