Esos instantes, de Otoño fresco, donde uno piensa, ya no hay amor.
Y de repente te inquieta la esencia, de una ilusión.
En plena madures, no quieres intentarlo, sientes, Que absurdo?
Pero cuando sientes, la delicia, la textura de ese nuevo amor.
No te queda, más que vivirlo plenamente
Saboreando a fuego lento.
Con un amor maduro, que no deshace el viento.
Este encuentro apasionado, no se define en aventura .
Ya que son dos almas, que en la calidez de sus años, se encontraron para morir enamorados.
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